(Parte de la ponencia en Panel dentro del Latin America Liberty Forum 2022, México DF)
Uno de los puntos más interesantes al hablar de Blockchain es que se hace referencia a ellos como que son plataformas “trustless”, lo cual implica dos importantísimas líneas: 1) Que un blockchain funciona sin necesidad de que el usuario requiera confiar en los méritos de una persona o entidad para que la plataforma funcione tal y como fue diseñada; y 2) que existen usuarios y entidades privadas y gubernamentales que no confían en la funcionalidad o bondades de los blockchain, o que ven en su uso riesgos sobre los cuales no han determinado cómo mitigar.
Recientemente discutimos sobre este tema en un panel en el marco del Latin America Liberty Forum organizado por Atlas Network en ciudad de México, donde compartimos ciertos hallazgos de nuestras investigaciones al respecto, y aquí les comparto un breve resumen.
Mientras la tecnología Blockchain fue creada en aparente respuesta a los problemas de confianza de los sistemas financieros a nivel mundial, a partir de la crisis del 2008, usualmente se considera que los Bitcoin y otros sistemas basados en plataformas blockchain son alternativas que carecen de confianza tanto para los gobiernos, como para las instituciones financieras y los usuarios. Sin embargo, siguen en apogeo y crecimiento constante.
Parte de la problemática respecto de la confianza en esos sistemas podría ser consecuencia de los contados abusos en el uso de la tecnología de la información en otro tipo de plataformas, la difusión de desinformación, los escapes de información, la resistencia a la tecnología, entre otros. Precisamente se entiende que la tecnología Blockchain, en particular, ha surgido como una posible solución a la erosión de la confianza en las instituciones tradicionales y en los intermediarios en línea en general, ya que se supone que dicha tecnología elimina la necesidad de confianza entre las partes de una transacción.
Conforme explican De Filippi et al, la premisa subyacente de la tecnología blockchain y sus diversas aplicaciones es que los usuarios se someten a la autoridad de un sistema tecnológico que creen que es inmutable, en lugar de a la autoridad de instituciones centralizadas que se consideran poco confiables [1]. En adición, se entiende que se mitigan los riesgos asociados al principal-agente, por lo que se describe a los blockchains como tecnología “trustless” (“sin confianza” o “libre de confianza), no porque no se tenga confianza en las mismas, sino porque no se requiere que se le tenga confianza particular para operarlas o ser sus usuarios.
Me explico. Técnicamente, una vez que se publica o “sube” un blockchain, el mismo se mantiene operando, funcionando, en marcha, implementando las especificaciones para las cuales fue diseñado. Desde ese momento no es ni puede ser controlado por ninguna persona o entidad. Una vez publicado, nadie lo puede parar o cambiar, una vez en línea, no lo puede cambiar ni su propio creador.
Esto resulta altamente beneficioso en términos transaccionales, pues reduce significativamente los costos transaccionales y funciones utilizadas en las transacciones tradicionales, tales como los “trust” o “cuentas en plica”.
[Por ejemplo: El programa recibe por parte de un comprador el dinero de una transacción de compraventa de un inmueble, y no completa la transferencia de los fondos hasta tanto el vendedor cumple con la obligación asumida de entrega de disposición o entrega del título de propiedad correspondiente. Tan pronto verifica el cumplimiento de la obligación, completa la transacción con la transferencia de los fondos y en caso contrario, retorna el dinero al comprador. En ese caso el programa es un intermediario de compraventa, que las partes no han tenido que elegir en virtud de sus méritos de seriedad, carencia de conflicto de interés, estructura, entre de las variantes que tomamos en cuenta al momento de elegir un intermediario tradicional.]
La mayor bondad de los blockchain es la descentralización de sus funciones, que es criptográficamente segura, puede funcionar a la vez en millones de dispositivos, y es abierta a cualquier persona que acepte sus términos. Las transacciones en el “libro mayor” son inmutables y verificables, lo que las hace transparentes y fáciles de rastrear.
La discusión académica más reciente sobre este tema es qué reemplaza entonces la confianza como aspecto fundamental de gobernanza de los blockchains. La tecnología blockchain reconfigura de algún modo la confianza en la sociedad, pues no es un “trust machine”, sino una “confidence machine”, entendiendo las diferencias semánticas que ambos términos poseen en el idioma inglés, aunque en español se traducen con el mismo término, “confianza”.
Procede por tanto entender la distinción que hacen ciertos académicos entre Trust y Confidence.
Existe un proverbio alemán que dice "Vertrauen ist gut, sicherheit noch besser": Trust is good, confidence is better. Este antiguo proverbio es mencionado por Seligman (A.B. Seligman, The Problem of Trust, Princeton University Press, Princeton NJ, 1997.) para hacer referencia a la diferencia entre ambos conceptos.
Diversos autores hacen la salvedad de la diferencia entre estos dos términos, Trust y Confidence, a los fines de entender la relevancia de la arquitectura de la confianza cuando hablamos de Blockchain. La traducción al español de estas palabras es la misma, confianza; sin embargo, en inglés tienen diferencias, que, aunque sutiles, son importantes para entender cuando se hace referencia a que Blockchain debe ser considerado como una "confidence machine" y no como un "trust machine".
En ese sentido, de manera resumida podemos indicar que al hablar de "trust" se hace referencia a la vulnerabilidad personal, a la capacidad y actitud, o no, de asumir riesgos; por su parte, al hablar de "confidence" se hace referencia a la expectativa asumida derivada del conocimiento previo o de experiencias pasadas.
Este asunto semántico resulta importante, pues blockchain es un sistema en que no requieres tener "trust", es decir, contrario a los sistemas tradicionales ("normales"), no necesitas tener confianza en los méritos de la persona o institución que lo administra, pues de alguna manera funciona sin administrarse. Pero por las estadísticas que revisaste antes de entrar y contando con información sobre su operación tienes el "confidence" de que operará según indica.
Ahora bien, algunos académicos indican que no es tan simple, no es que funcionan "solos" y este es un punto muy importante, es que la gobernanza de la mayoría de los sistemas basados en blockchains se han construido de tal manera que distribuyen ese "trust" entre una gran cantidad de actores, con diferentes intereses y preferencias, de modo que ningún actor individual tenga la capacidad de afectar o influir unilateralmente en las operaciones del conjunto, de la red. Como observa Szabo, las cadenas de bloques buscan sustituir “[c]onfianza en las actividades secretas y arbitrariamente mutables de un cómputo privado” por “confianza verificable en el comportamiento de un cómputo público generalmente inmutable”.
De manera más general, la confianza en cualquier sistema basado en blockchain se logra mediante una combinación de múltiples elementos:
Primero, hay confianza en el rigor matemático del algoritmo hash. Las matemáticas no requieren confianza, en la medida en que se pueda demostrar que funcionan de una manera particular. Cuentan con un nivel de previsibilidad muy alto, ya que las reglas del protocolo están garantizadas por el diseño tecnológico del protocolo blockchain.
Segundo, las redes basadas en blockchain generan confianza en los incentivos económicos y los esquemas teóricos de juegos que rigen la red, basados en la premisa de que los mineros siempre actuarán de tal manera que maximicen sus recompensas financieras.
Tercero, la propia automatización e imparcialidad percibidas inherentes al protocolo de una red basada en blockchain se convierte, por lo tanto, en una nueva fuente de confianza que se manifiesta en muchos campos de actividad.
Debido a que todos los usuarios tienen acceso a lo que sucede en el blockchain, los usuarios pueden revisar y verificar colectivamente todas las transacciones ejecutadas en la red, para asegurarse de que cumplan con las reglas del protocolo. Esto brinda a los participantes de la red una sensación de "tener el control".
Ahora bien, en el contexto de las instituciones democráticas liberales, el buen gobierno generalmente implica la adhesión al Estado de derecho (Rule of Law), es decir, la aplicación clara e imparcial de las leyes y reglamentos existentes, sin verse afectada por consideraciones sociales o políticas. Evaluar si un sistema en particular cumple con el Estado de derecho requiere tener en cuenta al menos los atributos formales y procesales de la ley: las leyes deben ser claras, estables, claramente publicitadas y aplicadas; y debe aplicarse de manera justa, equitativa y uniforme.
En el caso de los blockchains, mientras que las leyes nacionales son definidas por el poder legislativo y luego son aplicadas por las autoridades judiciales y ejecutivas, las reglas y procedimientos de una red basada en blockchain son definidas por los desarrolladores y posteriormente son “adoptadas” por una variedad de actores, que voluntariamente acceden a someterse a estas reglas.
Debemos tener en cuenta que estos principios de Estado de Derecho fueron diseñados teniendo en cuenta las instituciones centralizadas tradicionales y no se adaptan fácilmente a un escenario descentralizado, así que tendremos que ser creativos y tolerantes. Es importante además entender que la participación en cualquier sistema basado en blockchain es puramente opcional y voluntaria. Por tanto, si las reglas aplicables no nos favorecen o aportan a nuestro propósito, tenemos la opción de no entrar, y una vez siendo usuarios, tenemos la opción de salir, pues en esos sistemas no se puede coartar la decisión de quedarse y que nos apliquen las reglas existentes, o salirse.
[1] De Filippi,P., Mannan, M., y Reijers, W., Blockchain as a confidence machine: The problem of trust & challenges of governance; Technology in Society, Volumen 62, Agosto 2020, 101284
Fuentes consultadas:
Primavera De Filippi, Morshed Mannan, Wessel Reijers, Blockchain as a confidence machine: The problem of trust & challenges of governance; Technology in Society, Volumen 62, agosto 2020, 101284
Andrei-Dragoş EMPOWERING FINANCIAL INCLUSION THROUGH FINTECH, POPESCU, SCX Holdings Pte. Ltd., Singapore, Available online at www.sserr.ro
Satoshi Nakamoto, Bitcoin: A Peer-to-Peer Electronic Cash System; Satoshi Nakamoto Institute, white paper, octubre 31, 2008
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