Las plataformas virtuales han transformado la manera en que interactuamos con el mundo que nos rodea. Desde redes sociales hasta aplicaciones de compras en línea, cada vez más estas plataformas emplean tecnologías de inteligencia artificial (IA) para personalizar la experiencia del usuario y ofrecer servicios más eficientes. Sin embargo, este avance tecnológico plantea importantes cuestiones éticas, especialmente en lo que respecta al consentimiento del usuario respecto de sus datos.
El consentimiento del usuario, en términos simples, se refiere a la autorización explícita que un individuo otorga para que sus datos sean recopilados, procesados y utilizados por una plataforma en particular. Este consentimiento se considera fundamental en la protección de la privacidad y los derechos del usuario. Sin embargo, cuando se trata de plataformas que utilizan IA, la noción de consentimiento puede volverse un tanto difusa.
Una de las principales razones de esta confusión radica en la opacidad de los algoritmos de inteligencia artificial. A menudo, los usuarios no comprenden completamente cómo se utilizan sus datos ni cómo la IA influye en sus experiencias en línea. Esto plantea la pregunta: ¿cómo puede otorgarse un consentimiento informado cuando no se comprende completamente el alcance y el impacto de la IA?
Además, la recopilación de datos masivos por parte de estas plataformas plantea preocupaciones sobre la privacidad y la seguridad de la información personal recabada. Aunque muchas plataformas proporcionan políticas de privacidad y términos de servicio, estos documentos suelen ser extensos, complejos y redactados en un lenguaje técnico que puede resultar incomprensible para la mayoría de los usuarios. ¿Puede considerarse válido un consentimiento dado en estas circunstancias?
En ese sentido, cabe mencionar las disposiciones que al respecto se implementan en la Unión Europea, donde el consentimiento del usuario está regulado por el Reglamento General de Protección de Datos (GDPR por sus siglas en inglés). Según el GDPR, el consentimiento debe ser libre, específico, informado e inequívoco. Esto significa que los usuarios deben tener un claro entendimiento de qué datos se están recopilando, para qué se utilizarán y con quién se compartirán. Resulta importante señalar que, además, se establece que el consentimiento no puede ser una condición obligatoria para utilizar el servicio, y que los usuarios deben tener la capacidad de retirar su consentimiento en cualquier momento.
Por su parte, en República Dominicana el consentimiento respecto al uso de los datos personales de un ciudadano se establece en la Ley núm. 172-13 sobre la Protección de Datos Personales (la Ley), la cual establece diversas disposiciones de las que resaltamos su artículo 3, sobre Derecho de Información, que establece, que al recabar datos personales de los cuales se requiera consentimiento del titular de los mismos para su uso, se le deberá informar previamente de forma expresa y clara: la finalidad y destino de los datos, lugar de acopio o resguardo (archivo, registro, plataforma, etc.), y la posibilidad para el titular de ejercer derecho de acceso, rectificación e incluso supresión de dichos datos.
Indica más adelante la Ley que el consentimiento debe ser libre, expreso, inequívoco y consciente, escrito (en la forma disponible conforme el caso), específico e informado. Esto implica que los usuarios deben otorgar su consentimiento de manera voluntaria y consciente, con pleno conocimiento de cómo se utilizarán sus datos y con quién se compartirán, con las excepciones puntuales indicadas en el artículo 27.
Respecto de recolección de datos mediante tecnología de IA, vemos en la Ley una clara orientación al respecto en su artículo 71 que dispone que, al recabar datos con fines promocionales, comerciales o publicitarios o que permitan establecer hábitos de consumo, se requiere no solo el consentimiento del titular de los datos, sino también que el mismo cuenta con derecho de acceso a los datos sin cargo alguno y podrá solicitar, en cualquier momento, el retiro o bloqueo de su nombre de los bancos de datos correspondientes.
Para abordar las preocupaciones respecto de la recolección y uso de datos, antes indicada, es fundamental que las plataformas virtuales que utilizan IA adopten un enfoque proactivo hacia la transparencia y la educación del usuario. Esto implica proporcionar información clara y accesible sobre cómo se utilizan los datos recopilados y cómo influye la IA en su experiencia en la plataforma correspondiente. Además, las políticas de privacidad y los términos de servicio deben redactarse de manera clara y concisa, evitando el uso de terminología técnica innecesaria.
Asimismo, entendemos que es esencial que los usuarios tengan la capacidad de controlar y gestionar sus datos de manera efectiva. Esto podría incluir opciones para limitar la recopilación de datos, ajustar la configuración de privacidad y eliminar datos almacenados en la plataforma en cuestión.
En conclusión, el consentimiento de los usuarios en plataformas virtuales que utilizan IA debe basarse en la transparencia, la comprensión y el control, para garantizar que la tecnología de inteligencia artificial se utilice de manera ética y respetuosa con la protección pertinente de los datos recabados y de sus titulares.
Comments